En los últimos ocho años hemos logrado llegar a matrimonios y jóvenes de varios países de nuestra América Latina.
Roberto y Brenda (México)
Roberto: "Era muy fácil aparentar. Aparentar es tan fácil que te acostumbras a vivir aparentando que estás bien, pero para Dios las apariencias no funcionan, y empiezas a dar frutos cuando verdaderamente reconoces lo vulnerable que eres y lo tanto que necesitas a Dios".
Brenda: "Tenía conceptos equivocados, tenía ideas muy arraigadas, muchas de ellas habían sido depositadas ahí por familiares. Pero poco a poco, al estar con la Palabra de Dios y los ejercicios ofrecidos durantes el Discipulado, esos velos fueron cayendo".
Daniel y Pilar (Bolivia)
Daniel: "… Y creo que eso es lo que me gusta de este mensaje, que te ayuda a entender muy profundamente qué es lo que necesitas cambiar desde adentro, te ayuda a ser honesto contigo mismo. Y al ser honesto contigo mismo, entonces este mensaje te lleva a ser honesto con tu cónyuge".
Pilar: "Este mensaje es una herramienta del cielo que nos ayuda a entender las raíces. Entonces, si podemos ir a la raíz, podemos cortar el mal y Dios puede hacer algo nuevo".
John Ray y Tania (Puerto Rico)
John: "Hubo muchas cosas en el transcurso del mensaje por las cuales tuve que ponerme de rodillas y pedir perdón. Fueron muchos los pecados que llevé a la cruz durante este proceso, y ha sido un proceso de santificación que valoro y atesoro. Le doy gracias a Dios y a ustedes por ser parte de esto".
Tania: "Poder ir de frente a mi pecado, de frente a mi autoengaño, y de verdad experimentar libertad. Por primera vez poder ir a la raíz y poder experimentar esa libertad, esa paz que yo necesitaba, por ende, como consecuencia, afectó primeramente mi vida personal; pero también afectó positivamente mi relación con mi esposo e hijos".
Juan Carlos e Hilda (Uruguay)
Juan Carlos: "El entrar en esa diferencia de lo que es ser un matrimonio y lo que es ser un matrimonio de pacto, donde el Espíritu Santo juega ese papel tan crucial más allá de simplemente unos rituales, de compartir unas enseñanzas bíblicas, esa parte de lo que es el rol del Espíritu Santo en nuestra vida como pareja, el cual nos lleva a Cristo, fue lo que me impactó en lo personal, ya que pude entender esa diferencia de forma bien cabal".
Hilda: "Lo que fue muy bueno para nosotros, fue tener ese diálogo, esas conversaciones profundas llenas de transparencia, de sinceridad, reconociendo que necesitábamos ser transformados por el Espíritu Santo en ciertas áreas y que necesitamos continuar transformándonos para que una vez tengamos esa vivencia con el Espíritu Santo, poder también ayudar a aquellas parejas que el Señor ha puesto en nuestro camino".
Abimael y Rosalba (México)
Abimael: "Yo creía que no practicaba el machismo como una conducta que humillaba y desvaloraba a mi esposa. Mi sorpresa fue que efectivamente sí lo practicaba, solo que de forma discreta, pero muy lacerante para mi esposa y mis hijos".
Néstor y Sandra (Colombia)
Néstor: "Entendí que mi pecado impedía mi propia transformación y la transformación de mi familia. Y creo que el momento en que dejé en el suelo la carga de tratar de disimular lo que yo no era para transmitir exactamente lo que pasaba en mi hogar fue de gran bendición para todos nosotros".
Sandra: "Sufrí un matriarcado a la máxima expresión, y el matriarcado realmente me incapacitaba para prosperar inclusive en mi relación con Dios y, por supuesto, en mi relación con mi esposo, con mis hijos".